Nunca supe su nombre

Un dia muy común en la ciudad de la gran manzana, es la de todos días de los que vivimos aquí con el ajetreo del tráfico el silbar de los carros, gente apurada al trabajo, a dejar los niños a la escuela con el café en la mano, eso no puede esperar para mas al rato eso simplemente no se puede eso es un dia comun para gente comun..

Yo no soy así. Yo vivo la vida como venga y al ritmo que yo la quiera llevar y platicando con google home hasta que se da la hora de decir ya es hora, vete a perseguir la chuleta dijera un amigo ganadero del área de Carolina del Norte, de donde se ve que la vida no pasa, porque con esos vientos que te rozan el rostro, el escuchar de los grillos por las noches, hasta el bramar de una vaca y sin faltar el poder de ver la luna desde cualquier parte y donde todos te dicen buenos días..

Pero ese dia era diferente! El tiempo no caminaba, el agua no calentaba y hasta ganas daban de regresar el tiempo atrás donde calentabas tu agua en un tonel al fuego con leña de alcanfor, que tiempos aquellos de tu niñez donde no te importaba nada más que no sonara la canción de cri-cri y su caminito de la escuela apurándose a llegar con su libro bajo el brazo y más. Pero este dia no fue así,  sabía que sería difícil como muchos otros antes del fin de semana pero ese dia era algo así como mágico  porque no me importaba ni quien estuviera al lado, no vi ni los problemas que tenemos todos los hispanos y es mas ya era mediodía y el día seguía su curso..

La sorpresa fue que por papeleo nos equivocamos en fechas de eventos que se cubrían entre la semana y quien iría, termine el primero que seria el mas fuerte y llaman y me dicen no vengas aquí vete para Gansevoort Market que la famosa Señorita Sutton de la galería tendrá evento y tu estas mas cerca y con voz aguda le digo al taxi amarillo con un chofer que su inglés era peor que el mio que me platicaba de sus 3 esposas y 17 hijos que tenía, donde solo le decia yes oh wow oh algo asi, nos silbaron varios carros por la vuelta que se dio pero creo ellos están curados de espantos no como un chofer que conozco que las curvas a 95 mph y sin freno pero como dice que si sabes manejar en la urbe de hierro manejas en cualquier parte menos donde se maneja al contrario, por fin llegue y me dicen no ay esto no tengo lo otro y solo conteste calma calma..

La tarde llego y yo casi listo cuando la gente comenzó a llegar y nervios a flor de piel porque no hicimos la gran cosa en canapés endivias con ensalada de tuna, maíz caramelizado con mahi mahi en pan de 7 granos y sin faltar el clásico bacon sushi por lo que fui segundo lugar en #Pigisland y mejor plato en #PlatebyPlate. La gente llegaba y llegaba, unos te llevan un trago y decían salud yo con la voz baja porque me faltaba algo por celebrar entre platicas y más apretones de manos saludando gente. En eso volteo la mirada hacia el lado derecho y el quemador se detuvo, las palabras se volvieron en silencio, no se escuchaba la sellada de la carne de siguiente puesto, la gota de sudor del que platicaba conmigo se detuvo, mis ojos se quedaron fijos en la silueta del caminar de la mujer de zapatillas negras. El mundo se detuvo hasta que me dijo, "que es eso que tienes?" y no se que conteste solo supe que lo había logrado, ya había llegado, no había más espera de choque de mundos opuestos
 solo un rose de ojos y miradas pero de las que se meten al alma, de las que curan el sufrir de una cicatriz, de las que te saludan y si llueve no sientes el agua caer y de las que caminas en la nieve y
los copos son como caricias a la luna...

                               Nunca supe su nombre!






















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